Los árboles frutales son unos agradecidos habitantes de los jardines. Su colorido y su aroma harán de nuestro pequeño vergel un lugar mucho más agradable.

Estos árboles son, posiblemente, las plantas más útiles y prácticas que hay. Además de ser productivos, pueden ser muy decorativos, proporcionando espectaculares floraciones en primavera. Teniendo árboles propios, se pueden cubrir las necesidades familiares de fruta fácilmente. Si se cultivan con esmero, se puede conseguir, año tras año, una mayor cantidad de fruta.

Existen múltiples clases que son recomendadas para su cultivo en zonas ajardinadas dependiendo del clima.